Un escenario sacado de un manga de horror.
En la mañana del 7 de julio, el día del Festival Tanabata en Japón, el cadáver de una universitaria de 18 años, Ibuki Kizu, fue encontrado en el refrigerador industrial de una tienda de dulces japonesa en el barrio de Arakawa, Tokio.
La policía fue alertada de la desaparición de Ibuki por su madre, quien les dijo que no podía contactar a su hija o esposo, lo que llevó al descubrimiento del cuerpo.
El refrigerador en el que se encontró el cuerpo era de 85 centímetros de alto por 70 centímetros de profundidad y 1,4 metros de ancho, lo que dice algo sobre la condición del cadáver cuando fue descubierto.
【荒川区東尾久4丁目事件】和菓子店木津屋のいぶきさんの大学やSNSは?父親はどこ? https://t.co/BScueA3Qb1 pic.twitter.com/iWBmXJQlsO
— レオンシティ (@reon09122) 6 de julio de 2019
Fachada de la pastelería.
Según las investigaciones realizadas hasta ahora, el padre de Ibuki es el sospechoso, por habérselo dicho a su familia: «Corté a mi hija. Yo también me voy a suicidar». Nadie ha podido ponerse en contacto con él desde el incidente, pero la policía sigue buscándolo y buscando más detalles sobre el motivo.
Al otro lado de la misma calle en la que se encuentra la tienda de dulces, otras tiendas y restaurantes han cerrado por el día, con letreros en sus puertas que dicen: «Cerrado temporalmente debido a circunstancias recientes.»
ここか
NHKで報道された店の画像と一致冷蔵庫内で女子大学生死亡の和菓子店
東京 荒川 #東京 #荒川区 #木津屋 #和菓子 pic.twitter.com/OayVzBlkyT— (。 • ̀ω•。)どや顔でイヤァオ!! (@US1460B) 6 de julio de 2019
Tiendas cerradas temporalmente
Según los que vivían cerca y frecuentaban la tienda, el padre «parecía un anciano normal», y estaban «sorprendidos por la noticia». Con sus propios hijos, no están seguros de cómo se sienten al haber ido allí antes.
Así es como reaccionaron los internautas japoneses:
«Vaya, eso es aterrador».
«¿Cómo puede pasar eso?»
«¿Fue un accidente o premeditado?»
«Espero que lo encuentren pronto.»
«¿Qué ha pasado? ¿Estaba muerta antes o después de que la pusieran en la nevera?»
A medida que salgan a la luz más detalles de este caso, mantengamos a la pobre madre en nuestros pensamientos, y esperemos que la justicia para Ibuki sea finalmente encontrada.