Una artista manga ha demandado con éxito a una compañía de IT que opera sitios web piratas de manga doujinshi. El viernes, el Tribunal de Distrito de Tokio dictaminó que A’class, una empresa de TI con sede en Kumamoto, era responsable de aproximadamente 2,19 millones de yenes (19.937 dólares) en daños y perjuicios a la mujer.
La demandante, que es una artista de manga y creadora de obras de manga, anime y doujin relacionadas con juegos, había presentado una demanda por 10 millones de yenes en concepto de daños y perjuicios por infracción del derecho de autor. Sus obras fueron subidas sin permiso a siete sitios piratas que distribuían doujinshi dirigidos a mujeres. (Los sitios web están actualmente fuera de línea.) En diciembre de 2018, la mujer presentó una demanda contra A’class, el operador de los sitios web.
De acuerdo con el documento de la sentencia, A’class argumentó que la demandante no tenía derecho a una indemnización porque sus propias obras eran obras derivadas no autorizadas. Sin embargo, el juez Tatsufumi Satō dictaminó que no había pruebas suficientes para demostrar que las obras de la demandante eran obras derivadas ilegales.
El monto de la indemnización también fue un punto de discusión. Si bien algunos sitios mostraron el número de visitas a las páginas de las obras del demandante, otros no lo hicieron. El demandante hizo una aproximación del total de páginas vistas utilizando la herramienta de análisis web SimilarWeb, pero el juez determinó que esto era insuficiente para determinar el total. Las páginas vistas de los sitios que no mostraron los números se determinaron, en cambio, a través del promedio de páginas vistas de los otros sitios.
La abogada de la demandante, Kei Hirano, dijo que pudieron determinar los operadores de los sitios web piratas investigando a través de las secciones de «anuncios web» publicadas en los sitios y encontrando la agencia responsable de los anuncios. A continuación, Hirano invocó el sistema de investigación del Colegio de Abogados, que permite a los abogados hacer averiguaciones en las oficinas públicas o en organizaciones públicas y privadas para obtener la información necesaria para el caso.
Hirano declaró que si se modificaban las normas de modo que las agencias de publicidad estuvieran obligadas a revelar públicamente su información, el método que describió sería aún más eficaz.