Los expertos legales japoneses han especulado sobre si la aparente enfermedad mental del pirómano de KyoAni llega a ser cierta, puede hacer que no sea elegible para la pena de muerte.
Según el destacado abogado Masaru Wakasa y el psiquiatra Tamami Katada, el pirómano de KyoAni, Shinji Aoba, podría escapar de la muerte debido a la disminución de su capacidad mental.
Wakasa citó el artículo 39 del código penal japonés como prueba de que una persona con una enfermedad mental suficiente puede ser declarada inocente de sus delitos, y Katada sugirió que Aoba podría tener una forma tan extrema de esquizofrenia que creía que los pensamientos estaban «siendo robados de su cerebro».
Sin embargo, el hecho de que KyoAni haya recibido una novela escrita por Aoba puede invalidar la alegación del abogado Katada.
El profesor de derecho Osamu Watanabe ha adoptado una postura contraria, diciendo que las acciones de Aoba requerían una gran cantidad de planificación anticipada. La naturaleza premeditada del crimen se puede ver por el hecho de que Aoba trajo y transportó una gran cantidad de gasolina y se llevó consigo las herramientas apropiadas. El hecho de que gritara «¡Muere!» durante el crimen también demostró que comprendía las consecuencias de sus acciones.
Aoba actualmente permanece hospitalizado debido a lesiones por quemaduras.