Otro verano infernal ha estado causando estragos entre los ciudadanos japoneses, ya que se ha informado de que 12.751 personas fueron escoltadas a los hospitales como resultado de los sofocantes rayos de sol a lo largo de la semana a partir del 5 de agosto, y que 23 personas enfermas incluso fallecieron.
Aunque no fue tan catastrófico como el clima del 41C del año pasado, la Agencia Japonesa de Manejo de Incendios y Desastres confirmó el horripilante conteo de 12.751 víctimas (y 23 muertes), superando las 10.000 por segunda semana consecutiva – la semana anterior del 29 de julio tuvo un total de 18.347 víctimas hospitalizadas.
Entre los afectados por los efectos devastadores del calor, 400 necesitarían tratamiento durante un periodo mínimo de 3 semanas y se evaluaron 4.554 con síntomas que exigían mucha menos atención hospitalaria – las personas mayores de 65 años representaban el 54,9% de las víctimas.
En Tokio se registró el mayor número de personas que se apresuraron a acudir a los hospitales, con 1.465, siendo Saitama el segundo con 977 y Osaka el primero con 897.