Las librerias en Japón habían sufrido robos de varios volúmenes de los mangas de Kimetsu no Yaiba.
Una 3ª librería también fue víctima del robo de volumen de Kimetsu, pero esta tienda fue más dura, en lugar de sólo un cartel con una nota escrita, decidieron publicar las imágenes de sus cámaras de seguridad, mostrando a todo el mundo la cara de una mujer que robó volúmenes del manga de Kimetsu: